¿Utilizan de distinta manera el tiempo los hombres y las mujeres?
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Así ha titulado su charla Matzalen Legarreta Iza, socióloga e investigadora de la UPV. La respuesta es obvia, si. ¿Cómo? ¿Por qué? ¿En qué?
Y continúa hablando del tiempo, un recurso universal pero limitado. ¿Tenemos poder de decisión sobre él? ¿Estamos condicionadas? Las respuestas a estas preguntas darán pistas sobre cómo se configuran las relaciones de género.
El Instituto Vasco de Estadística Eustat lleva 15 años realizando encuestas sobre el uso del tiempo en nuestra comunidad. Matzalen muestra datos de 2003 y 2008, por su accesibilidad y características. Apenas han cambiado las cifras en el tiempo que va entre ambos años.
De las encuestas se deduce que dedicamos casi la mitad del día a las necesidades fisiológicas (comer, dormir, asearnos, ..), un cuarto del día al trabajo remunerado/formación y al trabajo doméstico/cuidados, y un cuarto de día al ocio y la vida social. Queda una hora para los trayectos.
Si se analizan los datos por sexo, las mayores diferencias en el empleo del tiempo las encontramos en el trabajo remunerado y en el trabajo doméstico y de cuidados. Las mujeres trabajan una hora más al día en esos espacios, porque aunque trabajan algo menos que los hombres en el trabajo remunerado, lo hacen mucho más que ellos en el doméstico y cuidados. Resultado: una hora menos de ocio al día para las mujeres.
Luego habla Matzalen de las limitaciones de las encuestas, de lo que no se tiene en cuenta,..
Finalmente apunta a dos factores para avanzar hacia usos del tiempo más igualitarios:
-investigación: mejorar el conocimiento de la realidad
-intervención: implantar políticas del tiempo
No es fácil. Todo ello requiere un nuevo pacto social entre géneros y generaciones. ¿Lo conseguiremos?
Luisa Alonso-Cires
Y continúa hablando del tiempo, un recurso universal pero limitado. ¿Tenemos poder de decisión sobre él? ¿Estamos condicionadas? Las respuestas a estas preguntas darán pistas sobre cómo se configuran las relaciones de género.
El Instituto Vasco de Estadística Eustat lleva 15 años realizando encuestas sobre el uso del tiempo en nuestra comunidad. Matzalen muestra datos de 2003 y 2008, por su accesibilidad y características. Apenas han cambiado las cifras en el tiempo que va entre ambos años.
De las encuestas se deduce que dedicamos casi la mitad del día a las necesidades fisiológicas (comer, dormir, asearnos, ..), un cuarto del día al trabajo remunerado/formación y al trabajo doméstico/cuidados, y un cuarto de día al ocio y la vida social. Queda una hora para los trayectos.
Si se analizan los datos por sexo, las mayores diferencias en el empleo del tiempo las encontramos en el trabajo remunerado y en el trabajo doméstico y de cuidados. Las mujeres trabajan una hora más al día en esos espacios, porque aunque trabajan algo menos que los hombres en el trabajo remunerado, lo hacen mucho más que ellos en el doméstico y cuidados. Resultado: una hora menos de ocio al día para las mujeres.
Luego habla Matzalen de las limitaciones de las encuestas, de lo que no se tiene en cuenta,..
Finalmente apunta a dos factores para avanzar hacia usos del tiempo más igualitarios:
-investigación: mejorar el conocimiento de la realidad
-intervención: implantar políticas del tiempo
No es fácil. Todo ello requiere un nuevo pacto social entre géneros y generaciones. ¿Lo conseguiremos?
Luisa Alonso-Cires
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