jueves, 28 de agosto de 2008

El lenguaje nos hace invisibles

Viendo la tele u ojeando un periódico económico te puedes encontrar con un anuncio del ICO (Instituto de Crédito Oficial, englobado en el Ministerio de Economía y Hacienda).

Aparecen varias mujeres que tienen proyectos para desarrollar un negocio, su negocio, y a las que el ICO ofrece su ayuda económica. Hasta ahí,bien.

El enunciado dice: NO HAY DOS EMPRESARIOS IGUALES.

Está demostrado que el paso previo a la existencia de las cosas es su verbalización. Durante toda la historia las mujeres hemos sido excluidas del lenguaje o, en el mejor de los casos, hemos sido englobadas en el masculino.

Estamos en el SXXI, las mujeres hemos alcanzado el reconocimiento legal y estamos equiparadas a los hombres en cuanto a derechos formales, pero seguimos siendo invisibles en el lenguaje porque es muy difícil sustraerse a la costumbre arraigada durante tantos siglos.

Lo lamentable del asunto es que Gobierno, Instituciones y Organismos Públicos, que han comenzado a formar ministerios, concejalías y departamentos de Igualdad, se han olvidado del significado real de esa palabra.

Igualdad no significa tener un departamento específico que trate los temas de la mujer, significa que las mujeres y los hombres seamos tenidos en cuenta en cada uno de los proyectos, presupuestos,…, de manera equiparable. La transversalidad de género ha de aplicarse en todos los ámbitos sociales y los estamentos públicos tienen la obligación de tratar a las mujeres como personas de pleno derecho.

¿Se siente un hombre aludido si le engloban en el término EMPRESARIAS?, pues las mujeres tampoco nos identificamos si nos engloban en el masculino, aunque esté aceptado por la RAE y la fuerza de la costumbre.

Para estar presentes en la sociedad, para que se nos reconozca como personas, debemos estar presentes en el lenguaje: todos y todas.

*ICO, Instituto de Crédito Oficial

lunes, 18 de agosto de 2008

Micromachismo en la vida cotidiana.


La palabra microMachismo es un término acuñado por Luis Bonino Méndez, -médico y director del Centro de Estudios de la Condición maculina-, para describir los comportamientos "invisibles" de violencia y dominación, que casi todos los varones realizan cotidianamente en el ámbito de las relaciones de pareja.

En los últimos años nos estamos sensibilizando con las “grandes” demostraciones de violencia, que se producen en todos los ámbitos de nuestra sociedad. Ahora, por fín, condenamos sin paliativos a los maltratadores y empezamos a manifestarles en público nuestra repulsa. Sin embargo, nuestra sociedad sigue condicionada por un modo de pensar y actuar androcéntrico en el que los varones quedan ubicados como superiores, y por creerse superiores, es que sienten que tienen derecho a tomar decisiones o a expresar exigencias a las que las mujeres deben sentirse obligadas. Nuestra cultura patriarcal ha legitimado la creencia de que el masculino es el único género con derecho al poder autoafirmativo: ser varón supone tener el derecho a ser individuo pleno con todos sus derechos (y derecho a ejercerlos).

En palabras de Luis Bonino:”la violencia de género es toda acción que coacciona, limita o restringe la libertad y dignidad de las mujeres. Podemos comprobar que quedan ignoradas múltiples prácticas de violencia y dominación masculina en lo cotidiano, algunas consideradas normales, algunas invisibilizadas y otras legitimadas, y que por ello se ejecutan impunemente. Desconocedoras de ellas, muchas mujeres, y a veces los varones, no las perciben, o lo hacen acríticamente, con lo que contribuyen a perpetuarlas”.

Si no consideramos un comportamiento determinado como lesivo para nuestra autoestima, libertad o dignidad, jamás nos plantearemos luchar contra el mismo. Mientras determinadas prácticas habituales del comportamiento masculino se consideren “normales”, no pensaremos en cambiarlas y continuaremos perpetuando los modelos establecidos.


Puntualmente, los mM pueden no parecer muy dañinos, incluso pueden resultar normales o intrascendentes en las interacciones, pero su poder, devastador a veces, se ejerce por la reiteración a través del tiempo, y puede detectarse por la acumulación de poderes de los varones de la familia a lo largo de los años. Su ejecución brinda "ventajas", algunas a corto y otras a largo plazo para los varones, pero ejercen efectos dañinos en las mujeres, las relaciones familiares y en ellos mismos, en tanto quedan atrapados en modos de relación que convierten a la mujer en adversaria, impiden el vinculo con una compañera y no aseguran el afecto, ya que el dominio y el control exitoso solo garantizan obediencia y generan resentimientos.

22 MICROMACHISMOS DEFINIDOS POR LUIS BONINO:

  1. Intimidación: si no se le obedece, 'algo" podrá pasar; está en el límite entre la violencia psicológica.
  2. Control del dinero: ”limitándole su acceso a la mujer”.
  3. No participación en lo doméstico: “se impone a la mujer hacerse cargo del cuidado de algo común”.
  4. Uso expansivo-abusivo del espacio físico y del tiempo para sí:” monopoliza el televisor”.
  5. Insistencia abusiva: "ganar por cansancio".
  6. Imposición de intimidad: “seducción forzada cuando él quiere sexo”.
  7. Apelación a la "superioridad" de la "lógica" varonil: “¡yo no hablo de tonterías!”.
  8. Toma o abandono repentinos del mando de la situación: “invitaciones a ultimo momento de personas importantes”.
  9. Abuso de la capacidad femenina de cuidado: Delegación del trabajo de cuidado de los vínculos y las personas.
  10. Creación de falta de intimidad: “¡déjame en paz!, ¡estoy ocupado!, Si sabes que te quiero, ¿para qué precisas que te lo diga?”.
  11. Seudointimidad: Engaños y mentiras.
  12. Desautorización: ¡no tienes ni idea!, ¡no sabes razonar!, ¡tu exageras!, ¡no tienes ni idea!.
  13. Paternalismo. No permitir la autonomía.
  14. Manipulación emocional: Si no haces esto por mi es que no me quieres.
  15. Autoindulgencia y autojustificación: :”¿cómo es posible si no que muchos varonesmanejen tan fácilmente un aparato tan complejo como el ordenador y no sepan hacer funcionar la lavadora?
  16. Hipercontrol: control de actividades, tiempos o espacios.
  17. Resistencia pasiva y distanciamiento: “Yo lo hubiera hecho mejor".
  18. Rehuir la crítica y la negociación: ¿por qué debería cambiar si tú cambias?, ¡Es tu problema! ¿De qué te quejas si me conociste así? ¡Si no hubieras cambiado todo estaría bien!
  19. Promesas y hacer méritos: hacer regalos, prometer ser un buen hombre, ponerse seductor y atento, hacer cambios superficiales, reconocer errores frente a amenazas de abandono.
  20. Victimismo. ¡A ti nada te conforma!.
  21. Darse tiempo: ¡ya hablaremos!, ¡ya veremos!, ¡lo pensaré!.
  22. Dar lástima: exhibición de comportamientos de invalidez del autocuidado de forma manipuladora.

*Centro de Estudios de la Condición masculina: www.cecomas.com