sábado, 2 de julio de 2011

Literatura con nombre de mujer


Tras el cierre de algunas librerías dedicadas únicamente a escritoras, solo quedan ya tres de estos establecimientos en el Estado.

Mujeres que no aparecen en los libros de historia. Científicas ocultas, escritoras con pseudónimo, eruditas asesinadas por saber más que los hombres, como reflejó en "Agora" el cineasta Alejandro Amenábar y en "La mujer que leía demasiado", la escritora Bahiyyih Nakhjavani. Las tres librerías ,que todavía perduran , llevan años incentivando a mujeres feministas a crear y alimentar librerías especializadas en "feminismo y escritura de mujeres". Las demás, tanto  en el Estado español como en el resto de Europa, han ido cerrando, por la crisis del sector y porque "creyeron que ya no existía una real discriminación, por razón de sexo, en los países occidentales" según comenta Elena Lasheras, de Librería de Mujeres de Madrid, la más veterana en el Estado.

Al testear a integrantes del sector editorial sobre su opinión acerca de la figura de este perfil de establecimientos, especialmente entre escritoras y editoras surgen la pregunta:

¿Una librería de mujeres es beneficiosa o contraproducente de cara a que la normalización cristalice?

Para Àngels Grases, que acaba de cumplir 20 años al frente de la Librería Pròleg en Barcelona, la respuesta  es clarísima:

"Las hay especializadas en viajes, ¿por qué no en género?".

Àngels y su hija Núria, al igual que las veteranas que capitanean la librería del centro de Madrid , están acostumbradas a que, todavía hoy, las tachen de lesbianas o que numerosos varones asomen por la puerta preguntando: "¿Pueden entrar hombres?". Ante esta última cuestión, la madrileña Lola Pérez, de 88 años, republicana y feminista, suele responder: "Los inteligentes sí pueden".

Lola y sus hijas Elena y Ana empezaron en Madrid en los años 70, cuando aún una mujer casada no podía abrir una cuenta bancaria sin permiso de su marido. Entonces, un grupo de doscientas féminas fundó una cooperativa . Una tarde a la semana abrían una guardería y a veces prestaban los libros de estudio, así que, con tanta militancia poco retribuida, se vieron obligadas a cerrar unos años, pero lograron reabrir un "nuevo espacio solidario y feminista", con apoyo de clientas y editoriales, y convertirse hoy en la única librería de Europa que funciona desde los años 70.

"Leer y recomendar libros" sería, la misión principal de su actividad en Madrid, así como "censurar lo que nos parece sexista, homófobo o fascista", según sus promotoras.

El plato fuerte ,en Euskadi ,lo pone Skolastika, una empresa de servicios literarios feministas que trabaja con mujeres y escuelas de empoderamiento desde hace ocho años en Bilbao. Su directora, Josune Muñoz, ha visto abrir y cerrar muchas librerías de autoras, y también sobre lesbianismo. Skolastika cuenta con una biblioteca gratuita especializada de casi 5.000 volúmenes y organiza charlas, cursos, etc., además Josune realiza crítica literaria feminista, investigaciones y ponencias. Esta feminista que lleva 8 años trabajando en este tema, está convencida de que hay un "feudo" literario con una "doble moral y una alarma."

¿Intoxicaran las mujeres sus Centros de “sabiduría"?