Es la hora de hacer balance. El II Plan de Igualdad de Mujeres y Hombres de Getxo (2006-2009) ha cumplido su recorrido y en Enclave de Ciudadanas por Getxo hemos evaluado su alcance y el cumplimiento de las acciones propuestas. El resultado no es muy optimista: ha habido hasta ahora dos planes consecutivos y los dos con un alto porcentaje de acciones incumplidas.
El Plan de Igualdad ha sido para Enclave mucho más que una herramienta de trabajo y un soporte para apoyar nuestras reivindicaciones. Para nosotras ha resultado ser una verdadera fuente de formación en igualdad, que nos ha hecho reflexionar sobre las desigualdades entre hombres y mujeres en todos los ámbitos de la vida municipal y nos ha mostrado herramientas para trabajar por el cambio.
Cuando, a finales de 2007, decidimos hacer un seguimiento del II Plan de Igualdad de Mujeres y Hombres (2006-2009), nos encontramos con un documento olvidado por todas las fuerzas políticas municipales, sin excepción. Algo sorprendente, porque el Plan había sido aprobado por unanimidad. Después había ido a parar a los cajones de todos los grupos políticos, prioritariamente dedicados a pelearse entre ellos como para tener tiempo de ocuparse de la situación de desigualdad de las mujeres de Getxo.
Por esa razón decidimos ir a los plenos. Para recordarles que tenían un compromiso con la igualdad. Para pedirles la visibilización de las víctimas de la violencia hacia las mujeres y la elaboración de un protocolo municipal interinstitucional de atención a mujeres maltratadas. Para requerirles que apoyaran proyectos económicos como el Plan Valora, que podía mejorar la situación de muchas mujeres. Para demandarles una Casa de las Mujeres y un Consejo de Igualdad. Para exigirles que no se olvidaran de nosotras en los plenos y utilizaran el lenguaje incluyente.
Acabando el plazo, durante el año 2009, se elaboraron los diagnósticos de Urbanismo y Deporte con perspectiva de género y, en diciembre, se aprobó el protocolo interinstitucional municipal para atención a las víctimas de la violencia hacia las mujeres. También los medios de comunicación municipales (web y Getxoberri) han adoptado un tono más igualitario y se han acordado de incluir información actualizada para las víctimas de la violencia machista. Más aún, el Plan de Igualdad ha sido incorporado más exhaustivamente en la agenda del Foro de las Organizaciones de Mujeres.
Sin duda, lo más destacable es el esfuerzo realizado desde el Área de Igualdad, por su responsable Keltse Eiguren y, sobre todo, por la técnica Idoia Eizmendi. Han impulsado la Escuela de Empoderamiento y realizado un notable intento de sensibilización y formación a través de publicaciones, campañas, diagnósticos y cursos, que no siempre ha tenido respuesta. Todo ello a pesar de la escasa dotación en personal y presupuesto del área. Con esos medios, ¿podemos avanzar en igualdad en un tiempo razonable?
Pero todos esos progresos no impidieron el incumplimiento final. En Enclave lo que menos nos preocupa es que una buena parte de las acciones incluidas en el Plan no se haya abordado, o que se haya hecho sin un presupuesto razonable. Lo más grave para nosotras es la falta de sensibilización en igualdad que se percibe en buena parte de la clase política y del personal de los servicios municipales, con alguna excepción (Getxolan, por ejemplo). Prueba de ello, aunque sea anecdótico, es su escasa asistencia a los cursos de formación en igualdad, organizados para ellos y ellas.
Dice un dicho popular que “es inútil silbar si el burro no quiere beber”. Es inútil reclamar el cumplimiento de los planes de igualdad que se aprueban en el consistorio, si la mayoría de las personas implicadas no ven la injusta situación de desigualdad de las mujeres en la vida municipal, nuestra ausencia de los puestos de decisión, nuestra posición discriminada en la vida económica, el reparto desigual de las tareas domésticas y de cuidado y, lo que es más grave, la existencia en nuestro municipio de la casi siempre invisible violencia hacia las mujeres.
Ha comenzado el proceso de elaboración del III de Plan de Igualdad. ¿Será el tercero incumplido?
Luisa Alonso-Cires
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