Con derecho a "roce"

La Audiencia Provincial de Madrid ha revocado una sentencia que condenó a un farmacéutico por dar «palmadas en las nalgas, hacer tocamientos y dar besos no consentidos» a sus empleadas al entender que no son conductas que puedan tildarse, jurídicamente, como "acoso sexual", ya que en su opinión debería haber sido acusado de “abusos”. De esta forma, el acusado queda absuelto de las denuncias interpuestas por varias de sus empleadas, que lo acusaron de «rozarse» y tocarlas el culo. También les escribía cartas, según recoge el auto, con frases como la siguiente: «Sueño con el roce de tu piel, con su color y el perfume que exhala...».

Para la Audiencia, las expresiones utilizadas por el acusado, en las cartas y mensajes enviados a las perjudicadas, no constituyen «proposiciones de inequívoco sentido sexual».

La Audiencia aclara: «Las conductas consistentes en dar palmadas en las nalgas, dar un beso en la oreja, abrazar, dar un beso en los labios, acariciar la pierna o el pelo, rozar el cuerpo con el de otra persona, no implican la proposición de ninguna relación sexual.

Independientemente de si los hechos son “abuso” o “acoso”, es una resolución “inaceptable”.

Este “entrañable” suceso, unido a la “afortunada” intervención de otro personaje que hace unos días dijo, refiriéndose a la levedad que supone el incumplimiento de una ley, que…”las leyes , como las mujeres, están para ser violadas “ nos da una idea de qué tipo de “ padres de la patria” nos tutelan a las todas nosotras.

En "Enclave" nos preguntamos si vamos avanzando en el tiempo o hemos vuelto a tiempos anteriores que, francamente, preferiríamos haber enterrado a muchos metros bajo tierra.