Si no fuera por el feminismo, simples derechos que las generaciones actuales vemos como algo normal (derecho a votar, derecho a ser titular de una propiedad o de una cuenta bancaria, a ser receptoras de una herencia,...) no hubieran sido posibles.
Y, sin embargo, con demasiada frecuencia, oímos la palabra feminista como un insulto, utilizada como arma arrojadiza cuando se quiere descalificar a una mujer o a las mujeres en general. En ciertos foros hemos oído cómo se describía al feminismo como el origen de todos los males de nuestra sociedad, con la única argumentación que pretendemos cosas imposibles porque salen fuera de la norma establecida.
Desprestigiar lo que se desconoce, lo que se percibe como amenaza es una táctica muy antigua, como antiguo es el miedo al cambio. Las tradiciones son generalmente patriarcales y sexistas y aferrarse a roles familiares clásicos impide la libertad de elección. Fomentar las relaciones equitativas, desarrollando habilidades de empatía, aprecio, responsabilidad y respeto es el futuro que deseamos, este es el cambio que queremos.
Pues sí, soy mujer y soy feminista.
1 comentario:
estosy de acuerdo. Toda mujer que crea que se merece su libertad es feminista.
Leire M.
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