lunes, 17 de noviembre de 2008

Estefanía, la invisibilidad de los abusos en la infancia.



¿Por qué no se ha detectado a tiempo?

Estefanía iba a cumplir ochos años. Murió hace unos días, mientras dormía. La forense que la examinó descubrió que tenía signos de malos tratos y de abusos sexuales continuados, señales de golpes y un desgarro en la zona vaginal; una infección generalizada había provocado el fallo multiorgánico que le causó la muerte. Están detenidos su padrastro, sospechoso de los abusos sexuales y de las agresiones, y su madre, sospechosa de haberle encubierto.

Estremece pensar lo que habrá pasado una niña ante tanta violencia y tanto desamparo. Nadie sospechó nada, ni siquiera en la escuela cuando unas semanas antes apareció con una pierna rota y una ceja partida. ¿Están preparados en los centros escolares para detectar este tipo de violencia? ¿Tienen el apoyo para actuar con decisión ante estas situaciones?

Muchas mujeres han sufrido malos tratos y abusos sexuales en su infancia. En el entorno familiar, ese lugar privado al que nadie de fuera se asoma, donde se arreglan los asuntos propios y se ocultan los hechos inconfesables. ¿Estará pasando en algún hogar de Getxo algo similar?

La violencia contra las mujeres es invisible en Getxo. Los casos de malos tratos que la Ertzaintza recoge no salen a la luz y se mantienen en la clandestinidad de unas estadísticas que nadie publica: las listas de las víctimas que llegan a denunciar, una pequeña muestra del maltrato, la mayoría no denuncia. ¿Cuándo se van a publicar las estadísticas de malos tratos de Getxo en los medios de comunicación locales, para que la ciudadanía sepa que aquí también hay mujeres que sufren la violencia machista?

Mientras tanto sigamos con la venda, pensando que vivimos en un municipio con un alto nivel de vida y desarrollo, en el que nos conocemos todos y sabemos de qué pie cojea cada uno, y que si estas cosas no salen a la luz es porque no existen… Y una vez al año, el 25 de noviembre, tengamos un gesto de solidaridad con las víctimas de la violencia hacia las mujeres. De fuera, aquí no se oye nada…

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