¡Cómo vivís en Getxo! ¡Qué nivel de vida! ¿Quién no ha escuchado estas frases alguna vez, cuando decimos que vivimos en Getxo?
La calidad de vida se refiere al bienestar de las personas, al grado en que pueden satisfacer sus necesidades y aspiraciones. Incluye aspectos como la renta, el alojamiento, la salud, la educación, las condiciones de trabajo, el uso del tiempo, el ocio, las condiciones medioambientales, la estética del entorno, etc. Y no todas las personas que vivimos en Getxo tenemos las mismas necesidades, ni las mismas posibilidades de acceso a los recursos. Más aún, nuestro municipio, en principio dotado de todo tipo de servicios, tiene muchas carencias cuando se analiza con perspectiva de género.
¿Por qué es importante la perspectiva de género en el urbanismo?
Porque hombres y mujeres tenemos distintas necesidades y aspiraciones en el espacio público. Y la práctica urbanística decide la localización de los equipamientos y de los espacios públicos, influye en el acceso de las personas a su lugar de trabajo y a los servicios. Las mujeres, incluso las que se han incorporado al mercado laboral, siguen responsabilizándose mayoritariamente de las tareas domésticas y del cuidado de las criaturas, personas mayores y personas dependientes. Este trabajo no remunerado es cotidiano y se realiza, también, en el espacio público. Las mujeres se desplazan para atender a las distintas tareas relacionadas con su papel de cuidadoras: la educación, la salud, el deporte, las compras, las gestiones administrativas, etc. A menudo lo hacen con carritos de bebés, con niños y niñas de corta edad, con personas con poca movilidad, con bolsas,…
El pasado día 20 de enero nuestras autoridades presentaron a los medios de comunicación el llamado Mapa de la Ciudad Prohibida de Getxo. Las mujeres de Enclave de Ciudadanas por Getxo no lo hemos leído aún. Esperamos poder hacerlo, porque participamos activamente en los talleres que dinamizaron, el pasado marzo, Ane Alonso y Amaia Albéniz, del colectivo de arquitectas Hiriakolektiboa, donde se analizaron con perspectiva de género los recursos de nuestro municipio en materia de servicios y accesibilidad a los mismos, transporte y movilidad, seguridad para las mujeres y equipamientos para el ocio.
En la presentación del Mapa se hizo referencia a las mejoras en iluminación y accesibilidad que se abordarán en cinco zonas: accesos al Centro de Salud de Alango, accesos a la estación de metro de Aiboa, pasos subterráneos de la zona de Villa de Plentzia, entorno de la Iglesia de Andra Mari y calle Salsidu.
Es un primer paso y sabemos que había que encajar nuestras aspiraciones en los presupuestos. Quedan pendientes temas importantes, entre ellos un transporte público intraurbano, que conecte todos los barrios de Getxo con los centros educativos, deportivos, sanitarios y de ocio, en definitiva, con los servicios de nuestro municipio.
También ha sido una buena oportunidad para la participación ciudadana. Los representantes políticos deciden legítimamente según sus objetivos políticos, pero si quieren responder mejor a las aspiraciones y deseos de la ciudadanía, deben de preguntarnos sobre las cuestiones que afectan a nuestra vida diaria. Tenemos muchas ideas, razonables y posibles, y estamos deseando contárselas.
La calidad de vida se refiere al bienestar de las personas, al grado en que pueden satisfacer sus necesidades y aspiraciones. Incluye aspectos como la renta, el alojamiento, la salud, la educación, las condiciones de trabajo, el uso del tiempo, el ocio, las condiciones medioambientales, la estética del entorno, etc. Y no todas las personas que vivimos en Getxo tenemos las mismas necesidades, ni las mismas posibilidades de acceso a los recursos. Más aún, nuestro municipio, en principio dotado de todo tipo de servicios, tiene muchas carencias cuando se analiza con perspectiva de género.
¿Por qué es importante la perspectiva de género en el urbanismo?
Porque hombres y mujeres tenemos distintas necesidades y aspiraciones en el espacio público. Y la práctica urbanística decide la localización de los equipamientos y de los espacios públicos, influye en el acceso de las personas a su lugar de trabajo y a los servicios. Las mujeres, incluso las que se han incorporado al mercado laboral, siguen responsabilizándose mayoritariamente de las tareas domésticas y del cuidado de las criaturas, personas mayores y personas dependientes. Este trabajo no remunerado es cotidiano y se realiza, también, en el espacio público. Las mujeres se desplazan para atender a las distintas tareas relacionadas con su papel de cuidadoras: la educación, la salud, el deporte, las compras, las gestiones administrativas, etc. A menudo lo hacen con carritos de bebés, con niños y niñas de corta edad, con personas con poca movilidad, con bolsas,…
El pasado día 20 de enero nuestras autoridades presentaron a los medios de comunicación el llamado Mapa de la Ciudad Prohibida de Getxo. Las mujeres de Enclave de Ciudadanas por Getxo no lo hemos leído aún. Esperamos poder hacerlo, porque participamos activamente en los talleres que dinamizaron, el pasado marzo, Ane Alonso y Amaia Albéniz, del colectivo de arquitectas Hiriakolektiboa, donde se analizaron con perspectiva de género los recursos de nuestro municipio en materia de servicios y accesibilidad a los mismos, transporte y movilidad, seguridad para las mujeres y equipamientos para el ocio.
En la presentación del Mapa se hizo referencia a las mejoras en iluminación y accesibilidad que se abordarán en cinco zonas: accesos al Centro de Salud de Alango, accesos a la estación de metro de Aiboa, pasos subterráneos de la zona de Villa de Plentzia, entorno de la Iglesia de Andra Mari y calle Salsidu.
Es un primer paso y sabemos que había que encajar nuestras aspiraciones en los presupuestos. Quedan pendientes temas importantes, entre ellos un transporte público intraurbano, que conecte todos los barrios de Getxo con los centros educativos, deportivos, sanitarios y de ocio, en definitiva, con los servicios de nuestro municipio.
También ha sido una buena oportunidad para la participación ciudadana. Los representantes políticos deciden legítimamente según sus objetivos políticos, pero si quieren responder mejor a las aspiraciones y deseos de la ciudadanía, deben de preguntarnos sobre las cuestiones que afectan a nuestra vida diaria. Tenemos muchas ideas, razonables y posibles, y estamos deseando contárselas.
Luisa Alonso-Cires
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