Hoy en día las personas gitanas que se casan por el rito gitano suelen validar su matrimonio, posteriormente por lo civil. En 1971, cuando La Nena se caso según su tradición gitana sólo había el modo canónico de contraer matrimonio.
En el 2002 parecía que su búsqueda interminable llegaba a su fin. Un juez de Madrid dictamina su derecho a la pensión y considera que el trato dispensado por el Estado es discriminatorio. ¡Qué corta fue su alegría!. Al poco tiempo, el Tribunal de Justicia de Madrid anula la decisión aduciendo que el “estatus civil de la pareja no se ajustaba a la legislación”. Después, recurso de amparo en el Tribunal constitucional y recurso desestimado. Y, por fin el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Plazo de 3 meses para que el Estado le indemnice con 70.000 euros por los daños ocasiones por la discriminación sometida y respiro profundo por conseguir la meta tan ansiada.
Las mujeres que creemos en la lucha contra las discriminaciones lanzamos un “Bravo” a la Nena. Ella habrá escuchado más de una vez durante su camino, y especialmente en los bloqueos sufridos en el giro de las rotondas de los juzgados: “tira la toalla”; “no conseguirás nada”, etc …. Pero ella ha sido mujer de largo recorrido, como son todas las batallas que abren brechas e incluso, como en este caso, crean jurisprudencia.
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