Hemos recibido un informe de la Viceconsejería de Seguridad (Departamento de Interior) sobre “Datos de violencia doméstica y delitos contra la libertad sexual conocidos por la Ertzaintza durante los años 2006-2007”, en respuesta a nuestra solicitud de datos sobre violencia contra las mujeres en Getxo, presentada el pasado mes de febrero en la Comisaría de la Ertzaintza.
Como explican en el informe, los datos “recogen las infracciones penales conocidas por la Ertzaintza ocurridas en Gexto” e incluyen “las victimizaciones de mujeres por violencia doméstica y delitos contra la libertad sexual”. "La violencia doméstica incluye: homicidios, lesiones, malos tratos, amenazas, coacciones, etc. Y también quebrantamiento de custodia, abandono de familia, quebrantamiento de órdenes de protección, impago de prestaciones, allanamiento de morada,... "
¡Nos hemos llevado una sorpresa! Los datos se resumen a diez delitos contra la libertad sexual en el año 2006 y cinco delitos en el año 2007. No dudamos de la autenticidad de estas cifras, elaboradas a partir de las denuncias o de atestados. La pregunta es, ¿reflejan la realidad de la violencia contra las mujeres en Getxo, un municipio de 85.000 personas?
La Organización Mundial de la Salud dice que “una de cada tres mujeres ha sufrido malos tratos o algún tipo de abuso”. No podemos quedarnos tranquilas con las cifras oficiales. Estamos convencidas que muchas más mujeres en Getxo sufren a diario maltrato emocional, agresiones sexuales y violencia física. Y una vez más nos preguntamos, ¿qué está fallando en nuestra sociedad para que esta perversa vulneración de los derechos humanos permanezca oculta?, ¿qué está favoreciendo que el abuso físico, psicológico, sexual y económico de muchas mujeres siga escondido en la esfera privada familiar?
La violencia contra las mujeres es la manifestación más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad, un problema de máxima relevancia, una lacra de la que todas y todos debemos sentirnos responsables. Debemos involucrarnos para que las víctimas sientan que no están solas, que tienen donde acudir y que se les va a dar la respuesta que necesitan.
Las instituciones, las ciudadanas y los ciudadanos de Getxo hemos de implicarnos para que las mujeres que sufren malos tratos dejen ser invisibles y encuentren el camino de salida a esa situación.
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