El 27 de Enero de cada año la UNESCO rinde
tributo a las víctimas del Holocausto. En esta fecha se
conmemora la liberación en 1945 por las tropas soviéticas del campo
de concentración y extermino nazi de Auschwitz-Birkenau.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el régimen
nazi y sus colaboradores asesinaron a unos seis millones de judíos,
hombres, mujeres y niños, en un intento de aniquilar
sistemáticamente a la comunidad judía de Europa.
Aquel 27 de enero de 1945 el ejército
soviético abría las puertas del infierno en Auschwitz-Birkenau,
donde aún se encontraban algo más de 7.500 prisioneros.
Edith Eger sobrevivio a ese infierno bailando para el sádico nazi, verdugo de sus padres.
Eger, judía húngara, tercera y última hija de un matrimonio, de padre sastre y madre funcionaria. Una noche de 1944, toda la familia fue introducida en un furgón sin saber, donde iban ni que seria de ellos. "No sabemos donde vamos, no sabemos que va a pasar, pero recordar que nadie puede quitarte lo que pones en tu mente", este fue el consejo de su madre.
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