Muchas veces, el maltrato empieza siendo tan sutil, que no
nos damos cuenta de que somos víctimas de malos tratos, sobre todo los sicológicos
y emocionales.
Las mujeres ahora, tenemos herramientas para poder
descubrir si somos o no maltratadas, a veces es simplemente reconocer que estamos incómodas en una relación, otras son
más complicadas de reconocer.
Todas las mujeres desde jóvenes, deberíamos saber cuales
son “Los Derechos Humanos de las
Mujeres”.
Conozcamos nuestros derechos y veamos si somos libres para
ejercerlos. Como por ejemplo: En la familia las
mujeres deben ser respetadas, cuidadas y tomadas en cuenta de la misma manera
que los hombres. Eso quiere decir que tienen derecho a tomar libremente
decisiones que afectan su vida, aquellas
que tienen que ver con su trabajo, el número y espaciamiento de los hijos, sus
estudios y el uso de su tiempo libre.
A ser respetadas
física, sexual y psicológicamente; no ser humilladas, ridiculizadas o
menospreciadas, ni en público ni en la intimidad.
También debemos conocer las nuevas formas de machismo y
reconocer las artimañas manipuladoras con las que los hombres, pretenden seguir
superponiéndose a las mujeres.
Son los llamados “micromachismos”.
Formas, que sustituyen a los grandes alardes de machismo, que han quedado obsoletos y no son “progres”. Formas que utilizan aquellos hombres que se dicen a sí mismos que no son machistas sino “feministas” porque “ayudan” a sus mujeres y de vez en cuando “hasta” juegan con sus hijos o les cambian los pañales.
Formas, que sustituyen a los grandes alardes de machismo, que han quedado obsoletos y no son “progres”. Formas que utilizan aquellos hombres que se dicen a sí mismos que no son machistas sino “feministas” porque “ayudan” a sus mujeres y de vez en cuando “hasta” juegan con sus hijos o les cambian los pañales.
Los hombres utilizan diferentes estrategias para seguir
“por encima” de las mujeres y sería bueno que conociéramos cuales son.
ENclave opina que el conocimiento nos mostrará las
herramientas para saber responder y poner a cada uno en el lugar que le corresponde.
Esto es, MUJERES Y HOMBRES EN EQUIDAD.
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