Nueve de cada diez personas que realizan un trabajo remunerado sin contrato laboral, y por tanto, no cotizan a la Seguridad social, son mujeres.
La desigualdad entre hombres y mujeres en el trabajo persiste en el momento actual de crisis, y aunque la tasa de ocupación cada vez cobra menos distancia como consecuencia de la incorporación femenina al mercado laboral, las condiciones siguen siendo diferentes.
Así lo pone de relieve el Informe de cifras sobre la situación de hombres y mujeres en Euskadi 2011 elaborado por Emakunde. En dicho documento se detalla cómo de las 18.600 personas que reciben un sueldo sin contrato, 16.400 son de sexo femenino y trabajan principalmente en el sector servicios. En este sentido, la directora del Instituto Vasco de la Mujer, María Silvestre, advierte de las nefastas consecuencias que puede tener sobre ellas la crisis, que castiga especialmente a este sector, así como la reforma laboral. En este sentido, recuerda que el trabajo a tiempo parcial también es femenino.
También la edad constituye una variable. En los grupos de 16 a 34 años prácticamente no existe diferencia ya que hombres y mujeres se incorporan en igual medida, mientras que en la siguiente generación, es decir, en la franja que hay entre los 35 a los 54 años, existe una diferencia significativa de casi 20 puntos porcentuales.
La brecha salarial sigue siendo destacada, aunque ha disminuido desde el año 2001. Así, mientras un director gerente cobra de media al año 26.830 euros, una mujer gerente gana 10.195.
"ENclave" junto a Emakunde alerta de las negativas consecuencias que tendrán en las mujeres, tanto la crisis económica, como la actual reforma laboral.
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