Un
grupo de mujeres, pensadoras y artistas españolas, pertenecientes a
la generación del 27, son conocidas con el sobrenombre de “las
sinsombrero”.
Este
apelativo responde al gesto de quitarse el sombrero en público
mientras paseaban por la Puerta del Sol de Madrid en compañía,
entre otros, de Dalí y Federico García Lorca.
Llevar
sombrero en esa época era, tanto para los hombres como para las
mujeres de clase pudiente, un signo de jerarquía social.
Maruja Mayo (pintora), Rosa Chacel (escritora), Mª Teresa León (escritora), Margarita Mansó (pintora)... por citar a alguna de ellas, residían en Madrid donde estudiaban y desarrollaban sus actividades artísticas, abiertas a nuevos conceptos de modernidad y a las corrientes de vanguardia que provenían de Europa.
Ellas
son ejemplo de un espíritu rompedor, al reivindicar su papel
intelectual sobre la vida cultural que las rodeaba.
Reflexionaron
sobre la iconografía propia de la feminidad, empezando a imponer
fórmulas como “autora”, “escritora”, “pintora”...
De
gran personalidad e independencia, hacen suyo un espacio que, hasta
ese momento, solo estaba permitido a los hombres.
Desde
Enclave, nos ha parecido muy interesante y nos alegra saber que el
“sinsombrerismo” fue, sobre todo, asumido por la mujer moderna,
símbolo de aquellas que en los años 20 se sintieron liberadas,
independientes y, por primera vez, sujeto propio.
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