El
31 de enero, hará casi 200 años que nació una insigne mujer
española, Concepción Arenal, conocida aunque frecuentemente olvidada, que podemos
considerar precursora de los movimientos feministas posteriores,
además de ser eminente jurista y literata.
“Es un error grave y de los más
perjudiciales, inculcar a la mujer que su misión única es la de
esposa y madre. Lo primero que necesita la mujer es afirmar su
personalidad, independientemente de su estado, y persuadirse de que,
soltera, casada o viuda, tiene derechos que cumplir, derechos que
reclamar, dignidad que no depende de nadie, un trabajo que realizar y
tener idea de que la vida es cosa seria y grave y que si se la toma
como un juego, la mujer será, indefectiblemente , un juguete”.
Se
pronunció siempre por la igualdad en la educación, en el trabajo y
su remuneración y en la libre creatividad de las mujeres, llegando a
publicar en un trabajo realizado en 1895 que:
"Estado actual de la mujer en España" donde analizaba la situación de las españolas en el terreno laboral, religioso, educativo, de opinión pública y moral; en todos los casos es desfavorable por culpa del egoísmo masculino: Puede decirse que el hombre, cuando no ama a la mujer y la protege, la oprime. Trabajador, la arroja de los trabajos más lucrativos; pensador, no le permite el cultivo de la inteligencia; amante, puede burlarse de ella, y marido, abandonarla impunemente.
"Estado actual de la mujer en España" donde analizaba la situación de las españolas en el terreno laboral, religioso, educativo, de opinión pública y moral; en todos los casos es desfavorable por culpa del egoísmo masculino: Puede decirse que el hombre, cuando no ama a la mujer y la protege, la oprime. Trabajador, la arroja de los trabajos más lucrativos; pensador, no le permite el cultivo de la inteligencia; amante, puede burlarse de ella, y marido, abandonarla impunemente.
Arenal tuvo que asistir a la Universidad Central de Madrid disfrazada de hombre para poder cursar sus estudios de Derecho, que la llevaron a las más altas cotas de la política, y la grandeza de su espíritu quedó reflejada en el rótulo que mandó poner a la entrada de la cárcel de Madrid:
”ODIA EL DELITO Y COMPADECE AL DELINCUENTE”
Desde Enclave nuestro recuerdo y homenaje a esta insigne mujer que nació un 31 de enero de 1820.
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