Después de escuchar a Tesa González, se comprende que un libro no es, solamente, una obra impresa, manuscrita o pintada en una serie de hojas de papel, pergamino u otro material, unidas por un lado y protegidas por tapas.
Esta getxotarra, afincada ahora en el sur, que colabora, activamente, en talleres de ilustración y de animación a la lectura, es conocida sobre todo por ilustrar libros infantiles para las editoriales españolas más conocidas.
Cuando tenemos un libro en las manos, pocas veces pensamos en el trabajo que conlleva su elaboración. Pues Tesa nos habló de ese proceso y nos descubrió algunos de sus secretos a la hora de ilustrar libros.
En primer lugar, se tiene que identificar con el texto del relato y sobre todo con su autor o autora, en este caso Ricardo Gómez, para poder empezar un proceso de búsqueda de materiales.
Las texturas las suele encontrar en algunos tejidos antiguos que descubre en mercadillos, en materiales de reciclaje e incluso en restos que quedaron al quemarse su vitrocerámica, como nos contó animadamente.
Lu Shzu, en la última frase del libro nos dice: “ Ya sabéis que las cosas de la vida, como los cuentos, dan muchas vueltas “.
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